La alta sensibilidad que siempre me caracterizó, también tiene que ver con que, aparte de percibir y absorber los estados emocionales del entorno, tendía a interpretar que la agresividad de los demás era un ataque constante hacia mi persona.
Digo interpretar porque si bien existía esa agresividad, no era hacia mí. Era de la persona. Como yo no sabía que existían los limites energéticos, ni sabía ponerlos, recibía todo lo que venía de afuera gran parte del tiempo. Por lo mismo, mi salud era precaria. Si bien no tuve enfermedades graves, mi sistema inmunológico se resintió mucho en la infancia, y a partir de los 11 años empezaron los problemas digestivos, muy comunes en las personas con el rasgo PAS.
A los 18 años decidí ir a terapia, para poder entender y cambiar lo que me pasaba. Primero un psiquiatra y luego un psicólogo, ambos psicoanalistas, que era lo más común en esa época. Me aportaron distinciones muy interesantes que me permitieron relacionarme un poco mejor con el entorno, pero la sensibilidad seguía siendo algo malo.
Cuando comencé a incursionar en la expansión de mi conciencia, pude descubrir que había otra interpretación a mi manera de sentir. Primero fue a través de la hipnosis y la activación de la glándula pineal, luego cuando entré en el ámbito corporal empezaron a llegarme perspectivas muy distintas. La Danza Primal y la Respiración Holotrópica potenciaron mi intuición de manera exponencial. Y la misma intuición empezó a llevarme a terapias y estudios que fueron ayudándome a integrarme, para llegar a entender que la sensibilidad que poseía era un don y no un castigo.
Dado que mi sistema nervioso y la manera de procesamiento sensorial característica del rasgo PAS habían estado funcionando a mil por hora, cuando empecé a relajarlo gracias a lo anterior, apareció la enfermedad autoinmune. Síndrome de Sjögren. Llegué donde una reumatóloga que aparte de darme el diagnóstico y el tratamiento alopático para desinflamar las articulaciones y recuperar el equilibrio de mis glándulas secretoras, me instó a revisar mis relaciones.
Las enfermedades autoinmunes tienen que ver con el sistema inmunológico que se convierte en el agresor. Ataca y puede llegar a destruir a los propios órganos y tejidos corporales sanos. La agresividad del entorno se absorbe de manera tal que el cuerpo empieza a reaccionar de esta manera consigo mismo. El cuerpo no se da cuenta que hay un adentro y un afuera. La propuesta de esta doctora implicaba revisar una por una mis relaciones, mis actividades y todo mi entorno, con el fin de detectar qué era lo que me estaba gatillando esa respuesta. Así partió uno de los procesos más profundos y transformadores de mi vida. Al cabo de unos años, con un amplio proceso de introspección y sanación con diferentes herramientas, mi cuerpo empezó a reaccionar y los exámenes de los anticuerpos de la enfermedad autoinmune salieron negativos.
Hoy cuento con relaciones basadas en el respeto, el cuidado por el otro, la escucha y la aceptación. Aprendí a priorizarme, aceptar mis procesos y entender y aceptar cómo funciona mi personalidad y sobre todo mi biología. Mi vida es mucho más abundante, y puedo darme espacios y regalos que antes nunca habría podido imaginar siquiera. Me siento merecedora y amo cada día más este precioso don de la sensibilidad.
El hecho de haber experimentado la sensibilidad exacerbada, más el reciente entendimiento de que el trauma relacional afecta profundamente la manera de responder de nuestro sistema nervioso, hoy me permiten tener una mirada bastante amplia de los padecimientos de las personas, ya sean fisiológicos, emocionales o relacionales. Lo que se traduce en un estilo bastante único de acompañamiento. Puedo llegar a conectar con la raíz de lo que le pasa a la persona que llega a mi consulta y generar estrategias claras y concretas para comenzar la sanación.
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Me dedico a acompañar procesos personales en consulta privada y a través de talleres grupales.
Gran parte de mi vida la he destinado a indagar en distintas metodologías, disciplinas y herramientas destinadas a entender y desarrollar el enorme potencial que hay en cada uno de nosotros. Puedes conocer más sobre mí aquí
En el área profesional empecé como traductora de idiomas y de a poco fui dedicándome a ayudar a otros a mirarse y descubrir lo que hay de esencial y trascendente en cada persona. Puedes conocer más sobre mi formación aquí
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